Así nos vigila Facebook

Por Luis Muñoz Sánchez

Facebook se ha convertido en una forma de documentar todo lo que se hace a diario. El día de playa con la familia, la noche en la discoteca, el viaje a Cancún y los logros cotidianos no pueden dejar de compartirse en esta red social, pero, ¿Sabes hasta dónde has dado permiso a esta herramienta de utilizar todo lo que publicas en ella?

Las conclusiones del estudio “¿En serio estuviste de acuerdo con esto? La evolución de la Política de Privacidad de Facebook” (Did you really agree to that? The Evolution of Faceboook’s Privacy Policy), elaborado por la Universidad de Harvard son cuanto menos alarmantes.

Y es que los autores aseguran que la popular red social ha empeorado su política de privacidad desde 2005 hasta 2015, según el portal web del periódico ABC.


Para llegar a este resultado, Jennifer Shore y Jill Steinman, los autores, han comparado las condiciones impuestas por Mark Zuckerberg con el documento de los Derechos de Privacidad del Paciente (Patient Privacy Rights, PPR), que data del 2008 y establece las medidas por las que las empresas deben regirse a la hora de usar la información personal de los usuarios sin atentar contra su privacidad como, por ejemplo, si ciertos datos van a ser compartidos con terceros o se van a utilizar con fines publicitarios.
Con base a ello, los investigadores clasificaron cada punto de la política de privacidad de Facebook en cada uno de los aspectos establecidos por la PPR y en una escala del 0 al 4. Así, concluyeron que Facebook esta reprobado en 22 de los criterios.
 “Nuestros hallazgos sugieren que la política de privacidad de Facebook es menos transparente y resulta más difícil de entender para los usuarios, incluyendo la opción sobre el uso de la información personal de cara a terceros”, aseguran los investigadores del estudio.
Facebook utiliza los datos de los usuarios para hacer todo tipo de investigaciones
“El, problema, o la realidad, es que no hay restricciones legales sobre el uso que hace Facebook hace con nuestros datos”, recuerda en este sentido Manuela Battaglini, experta en redes sociales y Presidenta de AERCO-PSM (Asociación Española de Responsables de Comunidades Online y profesionales de Social Media).



Recientemente un tribunal belga concluyó que Facebook rastrea a los belgas que no tienen cuenta en la popular red social gracias a las “cookies”.
“Cada vez que un usuario clica “Me gusta” en una web, se recoge su actividad de navegación, esté o no dado de alta en Facebook, aunque ellos alegan que el uso de las “cookies” es por motivos de seguridad. Lo mismo sucedió con Austria”, recuerda la experta.

Las conclusiones del estudio no deberían tomarnos por sorpresa si leyésemos la política de privacidad.
“Deberíamos hacerlo básicamente para ser conscientes de lo que harán con nuestros datos y así saber qué información de más (aparte de la obligatoria), damos a Facebook, y qué tipo de información publicamos”, advierte.
La realidad es que esas cadenas que de vez en cuando nacen en los muros de numerosos usuarios con el fin de desautorizar a la red social sobre cierto uso de nuestra información personal, no valen de nada. 
“Lo mejor es informarse fuera de la red social de todos los pros y contras, y si uno decide formar parte de ella, usar nuestra información con mucha precaución y responsabilidad sabiendo que cada coma que publicamos será sometida a estudio y para saber que Facebook instalará “cookies” de seguimiento e incluso estudiará nuestros hábitos de navegación fuera de la red social para ir transformando nuestra experiencia de interacción”, recuerda Battaglini.

En caso de aceptar las condiciones, el usuario debe tener muy clara una cosa: pierde el control sobre sus datos. 
“Lo que nos quiere decir Facebook es que una vez que le dices que estás de acuerdo con su política de privacidad, es que usarán todos nuestros datos para hacer todo tipo de investigaciones con ellos. De hecho, ellos dicen que cuando aceptamos, siempre piden permiso para usar nuestra información para mejorar sus servicios, y es totalmente falso que se usen sin permiso del usuario”, afirma la presidenta de AERCO-PSM.

Aunque la popular red social “ha aprendido de los errores del pasado y permite, por ejemplo, optar al usuario por no tener anuncios dirigidos a él”, no impide que, sin embargo, recoja información de nuestros datos, por ejemplo, a través de nuestros hábitos de navegación.
No hay que olvidar que Facebook es una compañía tecnológica y, como suele decirse en este sector, “cuando algo es gratis, si no eres el cliente, eres el producto”

Battaglini recuerda que la red social utiliza “la información que se puede extraer de los Facebook Ads estudiando qué tipo de anuncios son más clicados por los usuarios para así, reorganizar nuestro timeline y que aparezca el tipo de noticias, o información que han sido más clicados en anuncios. También utiliza nuestros hábitos de navegación, incluso los anónimos, pues de esta manera le permite enfocarse y dirigirse mejor que a través de la publicidad”.
En el libro “Los ángeles no tienen Facebook” de la autora Raquel Andrés Dura (Ediciones Carena), nos responden a muchas preguntas sobre el uso de las redes sociales y lo que se esconden detrás de ellas. ¿Son necesarias en nuestra vida? ¿Qué se esconde detrás? ¿Qué precio pagamos por ella? ¿Son verdaderamente gratis? ¿Fomentan la comunicación? ¿Dónde está el negocio?


Si también te has formulado a ti mismo alguna de estas preguntas estas de suerte, porque sus 369 páginas te resolverán todas estas dudas sobre el uso de estas tecnologías, como nos vigilas, que intereses ocultos hay detrás, como es posible que sean un negocio tan rentable si son gratuitas y muchas más preguntas que serán desveladas sobre el mundo de las redes sociales y en especial de Facebook. Con una lectura amena y divertida, pero a la vez formativa, hace que sea una herramienta indispensable para utilizar con seguridad y sabiendo a que nos enfrentamos cada vez que publicamos una fotografía, un estado o damos información personal en Internet.

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